Salvallantas®| Llantas | Rines | Reparación y Mantenimiento | Cali
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La mecánica rápida es un conjunto de servicios y procedimientos de mantenimiento que llevamos a cabo en vehículos de forma ágil y eficiente.
La mecánica rápida se enfoca en tareas de rutina y reparaciones menores, con el objetivo de optimizar el rendimiento y la seguridad del vehículo.
Sin embargo, dentro de la mecánica rápida nos enfocamos principalmente en dos servicios conocidos como Camber y Caster.
La corrección de camber y caster es un procedimiento realizado en el sistema de suspensión de un vehículo para ajustar los ángulos de las ruedas.
Estos ángulos son importantes para el rendimiento, la estabilidad y la seguridad del vehículo.
El camber se refiere al ángulo de inclinación vertical de las ruedas en relación con la superficie de la carretera cuando se ve el vehículo desde el frente.
Un camber correcto garantiza un contacto uniforme de la banda de rodamiento con la superficie de la carretera.
Un ángulo de camber excesivamente positivo o negativo puede tener efectos negativos en el manejo del vehículo.
Se produce cuando la parte superior de la rueda se inclina hacia afuera desde el centro del vehículo.
Un camber positivo excesivo puede resultar en un desgaste irregular de los neumáticos en la parte externa de la banda de rodamiento, afectando la estabilidad y la tracción.
Se produce cuando la parte superior de la rueda se inclina hacia adentro hacia el centro del vehículo.
Un camber negativo excesivo puede provocar un desgaste irregular en la parte interna de la banda de rodamiento, disminuyendo la estabilidad direccional y afectando la capacidad de frenado.
La corrección de camber la llevámos a cabo ajustando los componentes de la suspensión, como los brazos de control, los bujes y los pernos de ajuste.
Utilizamos un equipo especializado para medir el ángulo de camber de cada rueda y determinar si está dentro de las especificaciones del fabricante.
Si detectámos un ángulo de camber incorrecto, procedemos a realizar los ajustes necesarios.
Esto implica que aflojemos los pernos de ajuste, giremos los brazos de control o utilicemos pernos excéntricos para cambiar la posición de las ruedas y corregir el ángulo de inclinación vertical.
Una vez realizamos los ajustes, volvemos a apretar los pernos para asegurar la posición correcta.
El caster se refiere al ángulo de inclinación horizontal de las ruedas cuando se ve el vehículo desde el lado.
El caster tiene un impacto significativo en la estabilidad, la dirección y el retorno del volante a su posición original después de girar.
Se produce cuando el eje de dirección se inclina hacia la parte trasera del vehículo.
Un caster positivo proporciona estabilidad direccional, mejora la respuesta de dirección y facilita el retorno del volante a su posición inicial.
Es común en vehículos de tracción delantera y en muchos vehículos de alto rendimiento.
Se produce cuando el eje de dirección se inclina hacia la parte delantera del vehículo.
Un caster negativo puede hacer que el vehículo sea más sensible y ágil, pero puede comprometer la estabilidad en línea recta y dificultar el retorno del volante a su posición original.
Por otro lado, la corrección del caster también implica que ajustemos los componentes de la suspensión.
El ángulo de caster lo ajustamos mediante la posición del soporte del eje de dirección en relación con la vertical.
Si el ángulo de caster es incorrecto, podemos utilizar pernos de ajuste o placas espaciadoras para cambiar la posición del soporte y corregir el ángulo de inclinación horizontal.
Al igual que en la corrección de camber, aflojamos los pernos, realizamos los ajustes necesarios y luego volvemos a apretar los pernos para asegurar la posición correcta.
Las ventajas de corregir el camber y el caster son múltiples.
En primer lugar, un camber y caster adecuados nos permiten mejoran la estabilidad y el manejo del vehículo, especialmente en curvas y en condiciones de frenado.
Esto se traduce en una mayor seguridad y control al conducir.
Además, una alineación correcta de las ruedas nos ayuda a prolongar la vida útil de las llantas, ya que se desgastan de manera uniforme y así evitamos un desgaste prematuro en los bordes internos o externos.
También nos permite optimizar la eficiencia del combustible, ya que una alineación adecuada reduce la resistencia al rodamiento y mejora la economía de combustible.
